El debut comercial del producto se dio en el marco de una feria navideña realizada en la costanera de la comuna de Queilen.
“Sur Huapi”. Ese es el nombre de la marca bajo el que un grupo de algueras y algueros comercializa dulces elaborados a partir de agar-agar de origen artesanal, materia prima que es obtenida desde el alga nativa popularmente conocida como “pelillo” (Agarophyton chilensis).
Todos los participantes provienen de la comunidad indígena Buta Huapi Chilhué, comuna de Queilen -Isla Grande de Chiloé-, quienes iniciaron la comercialización de sus productos en una feria navideña organizada por el municipio chilote. Como es de suponer, el concepto “huapi” hace referencia al nombre del lugar que habitan, que en español significa “isla”.
Se trata de productos saludables con valor agregado, específicamente dulces de frambuesa, manzana y frutilla, elaborados a partir de agar-agar, materia prima que se obtuvo de forma artesanal a partir del pelillo que extraen de los mares chilotes. Los sabores disponibles son propios de las frutas que crecen naturalmente en la zona.
Y no fueron pocas las personas que se acercaron a probar este nuevo producto. Uno de ellos es Ariel Riquelme. Residente de la ciudad de Queilen, aseguró que “me llamó la atención primero su innovación. Es decir, la materia y los recursos que usan para elaborarlo y también el valor alimenticio, ya que es un recurso no procesado, sin químicos”.
Riquelme indicó que “lo compraría y lo recomendaría también, porque es apto para personas veganas, que es una población importante que cada vez crece más”.
“Estaba rico, no lo había probado nunca”, dijo Katherine Ruiz tras una degustación. Oriunda de Queilen, se inclinó por adquirir la variedad de sabor a manzana. “Me gustó. Es como una gelatina de otro nivel”, explicó. Asegura que sabía de otros productos que se hacen con algas, pero no los alimentos que produce “Sur Huapi”.
Beneficiarios
Esta atractiva iniciativa es parte del proyecto “Agregación de valor y diversificación de la producción a partir de agar-agar orgánico mediante la elaboración de dulces artesanales por parte de la comunidad Buta Huapi Chilhué, Región de Los Lagos”, el que es financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional de Los Lagos y que es liderado por Fundación Chinquihue.
Entre sus beneficiarios se encuentra Camilo Márquez, quien pertenece a la cooperativa Buta Huapi Chilhué, la que congrega a una veintena de algueras y algueros, principalmente de los sectores de Pilque y Paildad, de la mentada comuna chilota.
“A través de unos procesos muy sencillos, de cocción, nosotros producimos gelatina, que es el agar. A partir de esta gelatina, uno puede hacer un millón de productos y uno de estos productos es nuestro postre. Gelatina con sabores distintos, de productos que nosotros mismos producimos”, explica Márquez.
En este proyecto, Fundación Chinquihue ha trabajado en brindar transferencia técnica para su éxito, así como capacitaciones y asesoría en temas legales. “El trabajo de Fundación Chinquihue ha sido fundamental. Hemos tenido el apoyo de sus profesionales y nuestros primeros pasos como cooperativa se lo debemos a ellos”, aseguró Márquez.
Así, la idea es poder generar un nuevo producto saludable, orgánico y artesanal, con mayor valor agregado, fusionando un recurso marino con frutas propias de la zona.
Con el éxito del proyecto, estos pescadores artesanales podrían abandonar progresivamente la forma clásica en que el pelillo es comercializado, que consiste en explotarlo para que otras empresas lo exporten sin tratamiento alguno y, de paso, mejorar sus ingresos.
De forma complementaria al trabajo de Fundación Chinquihue, también han recibido asesoría por parte del Servicio de Cooperación Técnica, Sercotec, entidad que les entregó el apoyo necesario para establecerse como una cooperativa y así comenzar a comercializar “Sur Huapi”.